Estudiante Luciano Massa representó a Chile en competencia de programación en Irán

El estudiante del DCC, Luciano Massa, viajó hasta Teherán para participar en Rayan 2025, una nueva competencia internacional de programación organizada en la Sharif University of Technology y apoyada por la Vicepresidencia de Irán para Ciencia, Investigación y Economía Basada en el Conocimiento.

En su primera edición, Rayan reunió a 56 competidores de 25 países, entre ellos solo tres latinoamericanos: representantes de Argentina, Colombia y Luciano, quien fue el único participante chileno en el torneo.

Luciano lleva varios años dedicado a la programación competitiva: participó en la International Olympiad in Informatics (IOI) cuando aún estaba en el colegio y ha competido múltiples veces en la ICPC. Pero como ese último concurso tiene un máximo de cinco participaciones —y él ya completó su ciclo—, decidió buscar nuevos desafíos. “Le pregunté a Javier Oliva, coach de los equipos DCC participantes en la ICPC, si había más competencias y me contó de este concurso nuevo que se estaba organizando en Irán. Fue la primera edición de Rayan y se realizó la última semana de noviembre”, cuenta.

El formato de Rayan es similar al de la ICPC o al de plataformas como Codeforces: 4 horas para resolver 9 problemas. Gana quien resuelve más desafíos en menos tiempo. Aunque Luciano no pudo entrenar tanto como le habría gustado, decidió participar igual, sobre todo por la experiencia. “Fui más a pasarlo bien. Me hubiera gustado ir más preparado, pero igual aproveché el viaje, volver a participar en concursos y disfrutarlo”.

Y es que, para Luciano, gran parte del encanto de la programación competitiva está en compartir con otras personas apasionadas por las matemáticas, los algoritmos y los desafíos intelectuales. Por eso destaca los espacios de las reuniones semanales del grupo de Programación Competitiva del DCC: “Son súper útiles para compartir con gente que tiene intereses similares. Ahí te juntas a resolver problemas, equivocarte, aprender y mejorar”.

Sobre lo que lo motiva de la programación competitiva, es claro: “Lo entretenido es que puedes explorar problemas con mucha profundidad. Tienes que pensar una lógica, agarrar una técnica, desarmarla y transformarla para aplicarla a otra cosa. Y programar siempre ha sido un pasatiempo para mí”.

Al finalizar, entrega un mensaje a quienes quieran empezar en la programación competitiva, pero tienen dudas al respecto: “Todos partimos sin saber nada y encontrándonos con problemas que después parecen súper fáciles. Es cosa de atreverse. Nadie en programación competitiva te va a juzgar por equivocarte, porque a todos nos pasa. Y si uno quiere ser de los buenos, esto requiere de muchísima práctica y ser constante. A veces es difícil por la U y otras responsabilidades, pero hay que practicar como si fuera un deporte”.

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Comunicaciones DCC

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